agosto 26, 2005

Al volante...

Estas calles llenas de baches que parecen huecos del alma que nunca se han de llenar, escondidas bajo el agua acumulada de las lluvias diluvianas. Estos bochornos de calores sudorosos, pegajosos, enfadosos. Estas combis que me pasan a diestra y a siniestra recogiendo gente para llenarles su rutinaria e inevitable sed de peligro, de algo más que esta existencia pasajera. Estos semáforos lentos que me quedan viendo raro, como pensando "¿y éste que hace parado ahí? ¿porqué no avanza? ¿porqué está todo rojo?". Estas manos sedientas de taxistas imbéciles para llenar los nudillos de blanda carne de cachete, oreja y moronga ruletera. Esta música que me acompaña y me terapea y me relaja. Todo esto que me rodea mientras estoy al volante.
¿Puede dejar de ser? ¿Aunque sea por un momento?

agosto 22, 2005

La insoportable dificultad de amar

"Nadie, en estricto rigor, sabe Amar en un sentido mayúsculo. Nadie cumplimenta cabalmente las expectativas amorosas de nadie. Todo el amor pragmático es imperfecto, y no por eso menos válido. Amar implica saber las limitaciones del amor del otro. Y amar significa amarlas también, paradójicamente, y además al unísono." Juan Carlos.

Podemos creer que, en nuestra capacidad de amar amamos a la pareja en turno en gran manera, ó "como nadie la/lo ha amado". Sin embargo puede suceder que dicha persona no se sienta amada y a veces hasta rechazada. ¿Como puede ser esto?.

Junto con nuestra capacidad de amar deberíamos también ejercitar nuestra capacidad de ser amados. Quizá esos detalles que a tí te molestan de ella/él sean una manera de demostrarte amor, como cuando te pellizca la lonja (aunque a veces duela), o cuando sabiendo que tienes prisa no te deja ir y se cuelga de tu cuello, o cuando te contradice en tus conversaciones nada más por generar polémica, para luego reirse y decirte que tienes razón, ya que te encuentras bien enojad@.

Lo que creo que pasa es que nuestras expectativas de amor podrían ser utópicas o incongruentes con nuestra capacidad de amar o incoherentes con la realidad que uno vive.

Qué difícil. Primero buscamos satisfacer una necesidad estética y después esperamos llenar una necesidad más profunda y quizá imposible.

No sólo queremos que nuestra pareja sea de cierta apariencia física sino que esperamos que además nos traiga el desayuno a la cama, nos haga caso en todo lo que decimos, admire todo lo que hacemos y que respete nuestro espacio privado. Por así decirlo.

Aprender a amar no sólo invlolucra aprender a dar sin esperar a cambio, sino que lo que venga a cambio lo aceptemos como se espera que lo aceptemos: como una muestra de su amor, un cariño, un detalle.

Insisto: Qué difícil.

agosto 14, 2005

Todas las mujeres

Advertencia al lector: el siguiente post está lleno de miel y cursilerías, y aunque no es "normal" en este lugar, expresa verdades profundas del autor. Si no le gusta, está en su derecho de ignorarlo, pero por favor no se exprese mal de lo aquí expuesto.

Cuando eres niño, digamos de siete u ocho años, ves a una mujer mucho mayor que tu, de digamos veinte o veintiún años, que te deja impresionado por su belleza, ves sus cabellos rubios y esa sonrisa de dientes blancos y piensas "cuando sea grande quiero una novia así" (aunque en realidad quieres que ELLA sea tu novia en ESE momento).

Creces un poco más y llegas a la antesala de la pubertad, los diez-once años, y te llenas de amores platónicos, chicas todas ellas dos o tres años mayores que tu, por lo general con novio y obviamente las más bonitas, y piensas "quiero una novia así" (aunque en realidad quieres que ELLA sea tu novia y no de ese pendejo).

La adolescencia te convierte en un bonche de emociones nuevas y descubres ciertas funciones de tu cuerpo que antes no conocías, encerrarse en tu cuarto a ver las Playboy se convierte en tu actividad secreta favorita y tu mano se convierte en tu mejor amiga. Y piensas que una mujer como las modelos de Playboy es demasiada belleza para ser real, igual, quieres "una vieja así".

La Universidad es el clímax de tu vida en cuanto a oportunidad de conocer mujeres se trata, si eres un muchacho introvertido e inseguro como yo, se convertirá únicamente en una pasarela de muchachas guapas y perfumadas diciéndo "mírame pero no me toques" y es como una vuelta a la preadolescencia en donde te llenas de "amores platónicos" y puras chaquetas mentales. Casi todas, las más guapas, se convierten en "la novia que quisiera tener", sin embargo todas andan con cada pendejo: "mira nomás ese pendejo que vieja se trae".

Después de la Universidad tu márgen de oportunidades se reduce considerablemente, sin embargo las pocas que conozcas serán menos difíciles de conquistar, cuestiones de la edad y circunstancias de la vida (un empleo, frecuentar los bares, vivir solo, etc.), y tienes dos o tres novias que más o menos asemejan "la novia que siempre quise tener".

El tiempo pasa...

Soy un afortunado. Y soy un pendejo.
A mis 34 he conocido a la mujer de mis sueños.
En esa cara delicada, en esa hermosa sonrisa, en ese cuerpo tan femenino, en esas emociones expresadas y sentimientos encontrados que la definen, se encuntran todas las mujeres que alguna vez admiré creyendo que nunca tendría una novia así. Es única.
Esta mujer que me ha demostrado un enorme cariño, que ha sido paciente con mis desplantes de hombre traumado y acomplejado no se merece un tipo como yo, tan lleno de traumas, con una historia tan aburrida y que me ha dejado desgastado. Agoté mis fuerzas a lo tonto enregándome a mujeres que no se merecían tantos detalles, tantas canciones, tantos poemas.
Esta mujer, de 21 años, no se merece un tipo cansado y aburrido que la haga llorar cuando le reclama por tonterías que ella a su corta edad no puede entender porque no le ha tocado vivirlo y ni siquera le toca entenderme.
Y sin embargo me quiere, y me quiere mucho y no se cansa de decirmelo, y me abraza y se cuelga de mi cuello y me dice "no te vayas". Y yo me voy.
Y soy un tonto y un pendejo por no demostrarle mi amor como se merece.

Te quiero mucho.

agosto 08, 2005

de la Muerte

La muerte es un labrador negro con una campana colgando de un listón rojo al cuello esperando a los pies de la cama.

No espera. Simplemente llega antes, para que te vayas haciendo a la idea.

- o simplemente es tu perra esperando que le des de desayunar-

Pero a media noche te incomoda su mirada fija en ti y su jadeo no es normal.

La muerte es un olor a humedad, a tierra mojada, a agua de alberca, a un charco en tu cama.

(la cabecera de la cama es una puerta al más allá y no te dejan dormir los lamentos de los que todavía se rehúsan a partir)

-eso, o los vecinos siguen viendo películas tristes-

La muerte no es el fin. Es cada mañana levantarte al trabajo que tanto odias.

La muerte es no haber respaldado, o no haber borrado los registros de tu celular, o perder la palm.

(vivimos muertes chiquitas que nos acercan cada día más a la tumba, que nos hacen sentir vivos, que nos recuerdan que no somos nada)

A la muerte la respetas o te ríes con ella, pero no la puedes ignorar.

A veces la muerte viste de rojo, no para seducir, sino para recordarte que puede ser fea (dependiendo del ánimo en que se encuentre).

La muerte puede estar detrás de ti mientras lees esto o detrás de mí mientras lo escribo.

La muerte dice que es con M mayúscula, y yo le creo...

agosto 02, 2005

Mas extraño que el paraíso

Extraño el jazz, el pata, el T, mi encuentro furtivo con Ana C, al marmota, al René, al mimi, Plaza Universidad y su Mixup, extraño los mediodia de cine y baguette. Pero no extraño el maldito tráfico con sus autos llenos de pendejos al volante.
Extraño las noches en coche, los encuentros en los lugares comunes (la Condesa tan choteada), a la gente detrás de las barras y a los de este lado, a los mismos comensales, los trajeados y los fachosos.
Extraño mi soledad, estar conmigo, solo, darme tiempo para pensar, inspirarme y dibujar garabatos en servilletas y luego guardarlos para nunca mostrarlos. Pero no extraño no tener novia. No extraño pagar la diva (ni la cruda moral) ni la cartera más vacía. No extraño vivir encerrado en un departamento ajeno.
No extraño ser un nadie porque ahora me siento alguien.
Bienvenidos novia, amigos y depa propio. Bienvenidos Playstation con Gran Turismo 4. Las jugadas de los lunes y los jueves (si señor, ya son dos a la semana, dominó y cartas). Bienvenidos Tio Nasty, Kartak, Furtiva, Xamiru y asociados.
A los que no les doy la bienvenida es a estos malditos pinches granos que me salen en la cara de tanto pinche calor tan culero.
Bienvenido colon sano. Bienvenida tranquilidad interna (temporal, pero al fin tranquilidad). Bienvenido Conde Drácula (chiste histriónico local).

Lo único que pido en este momento de la vida es:
1. Jazz en vivo
2. En mi propio bar
3. En compañia de mis amigos
4. Todos a gusto
5. Otro encuentro furtivo con Ana C
6. Sin que mi novia se entere
7. Todos a gusto
y una computadora en casa para postear mas seguido.

Saludos y abrazos a mis queridos amigos.

:)

para reirse un rato: aqui, aqui y aqui.