de la Muerte
La muerte es un labrador negro con una campana colgando de un listón rojo al cuello esperando a los pies de la cama.
No espera. Simplemente llega antes, para que te vayas haciendo a la idea.
- o simplemente es tu perra esperando que le des de desayunar-
Pero a media noche te incomoda su mirada fija en ti y su jadeo no es normal.
La muerte es un olor a humedad, a tierra mojada, a agua de alberca, a un charco en tu cama.
(la cabecera de la cama es una puerta al más allá y no te dejan dormir los lamentos de los que todavía se rehúsan a partir)
-eso, o los vecinos siguen viendo películas tristes-
La muerte no es el fin. Es cada mañana levantarte al trabajo que tanto odias.
La muerte es no haber respaldado, o no haber borrado los registros de tu celular, o perder la palm.
(vivimos muertes chiquitas que nos acercan cada día más a la tumba, que nos hacen sentir vivos, que nos recuerdan que no somos nada)
A la muerte la respetas o te ríes con ella, pero no la puedes ignorar.
A veces la muerte viste de rojo, no para seducir, sino para recordarte que puede ser fea (dependiendo del ánimo en que se encuentre).
La muerte puede estar detrás de ti mientras lees esto o detrás de mí mientras lo escribo.
La muerte dice que es con M mayúscula, y yo le creo...
No espera. Simplemente llega antes, para que te vayas haciendo a la idea.
- o simplemente es tu perra esperando que le des de desayunar-
Pero a media noche te incomoda su mirada fija en ti y su jadeo no es normal.
La muerte es un olor a humedad, a tierra mojada, a agua de alberca, a un charco en tu cama.
(la cabecera de la cama es una puerta al más allá y no te dejan dormir los lamentos de los que todavía se rehúsan a partir)
-eso, o los vecinos siguen viendo películas tristes-
La muerte no es el fin. Es cada mañana levantarte al trabajo que tanto odias.
La muerte es no haber respaldado, o no haber borrado los registros de tu celular, o perder la palm.
(vivimos muertes chiquitas que nos acercan cada día más a la tumba, que nos hacen sentir vivos, que nos recuerdan que no somos nada)
A la muerte la respetas o te ríes con ella, pero no la puedes ignorar.
A veces la muerte viste de rojo, no para seducir, sino para recordarte que puede ser fea (dependiendo del ánimo en que se encuentre).
La muerte puede estar detrás de ti mientras lees esto o detrás de mí mientras lo escribo.
La muerte dice que es con M mayúscula, y yo le creo...
posted by Hector at 12:49 a.m.
5 Propinas:
Un gran, gran, gran, gran post. Y no me canso de decirlo.
una muerte que se nos escama, vamos dejandonos entre los pulgones, en el piso de nuestra casa, vamos dejando el rastro fosforescente de migas de vida para que la muerte nos encuentre, aunque no haya luna llena, y aunque no seamos hansel y gretel.
la muerte nunca será cosa de niños, pero siempre nos hace personajes de risa y al olvido.
es verdad, la muerte está aquí todo el tiempo y nada más queda pintarla de colores, llorarla sin motivo, no resginarse a todo este desaparecer que, por miedo, llamamos transformación.
besos.
La muerte este repleta de nosotros, el problema es cuando olvidamos que estamos llenos de la M mayúscula..........
Ya lo decía Gorostiza: "Desde mis ojos insomnes, la muerte me está acechando" y sabiéndolo, la invitó: "anda, putilla del rubor helado; anda, vámonos al diablo"
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