Dicen

Se dice, se rumora, que Valdés no tuvo la culpa, que todo fue un malentendido. Las pruebas fehacientes: los testimonios repetidos en boca de todos, las fotografías de dudosa procedencia y la falta de coartada han sido solo una mala jugada del destino. Dicen.
Claro, lo dicen ahora, cuando por su insistente mala leche han logrado que el pobre se colgara con un mecate de una trabe de su casa maltrecha.
A nadie hacía daño, es más, el crimen en sí no hizo daño a nadie, solo fue algo que vino a romper con la paz del lugar, algo que los sacó de su aburrida rutina.
Talvez fue eso, la aburrida rutina, el no tener nada mejor que hacer, la ociosidad, la televisión, las novelas policiacas que tan bien se venden en el kiosco del parque, todo junto, vaya usté a saber.
Yo no conocí a Valdés, ni conozco a nadie que lo tratara con frecuencia, sólo lo vi un par de veces caminando calle abajo rumbo a la alameda. Parece que el lugar del crimen ni siquiera quedaba por su rumbo, no entraba en su rutina y según dicen nadie lo conocía por ahí, hasta después del crimen fue que le salieron tantos conocidos (que casualidad).
Hay que reconocer que ha dado mucho de que platicar, hasta el periódico local aumentó su tirada de ejemplares. El rumbo que ha tomado ahora la "investigación" parece apuntar a un maleante de poca monta que solía vivir por aquel rumbo de la Concordia (donde ocurrió el crimen), sus familiares dicen que por aquel entonces el ni vivía aqui, que andaba de mojado en el otro lado, la gente dice que solo lo estan tapando. Lo cierto es que ya está bajo investigación policiaca y la prensa ya lo publica.
Ya no importa si Valdés fue el culpable o no, lo importante es que se siga la investigación. Para darle vida a este pueblo un mártir hubo que surgir, y no le preguntaron ni siquiera si quería ser él.