abril 30, 2005

Jimmy´s Alley

La bar tender seca un vaso recién lavado con su mandil blanco recién salido de la tintorería. Está empezando el turno. Hay poca gente, lo que se espera de un sábado por la tarde cuando el termómetro allá afuera marca los 39 grados centígrados. Aqui adentro sin embargo, el acondicionado trabaja como debió ser pensado que trabajara cuando algún ingeniero japonés se puso a diseñarlo. La temperatura es muy agradable como para tirarse en uno de los sillones tipo cajón pegados a la pared del fondo.
Jimmy Smith se pasea por las teclas de su Hammond B-3 como lo haría un gato en el tejado corriendo tras su presa, de un lado a otro en vertiginosa persecución. Ya tendidos en el sillón y con la cerveza fría que me dio en la barra la chica de indiferente mirada me dejo atrapar cual ratón en las fauces de un tal Jimmy, maestro del Acid Jazz.
En las paredes me acompañan Louis Armstrong, Max Roach, Ella Fitzgerald, Dinah Washington, Miles Davis en monocromáticos momentos inolvidables. Levanto la cerveza para brindar por ellos: salúd!.
No habiendo necesidad de molestar al mesero me acerco a la barra, la oscura brillantez de la caoba no quiere reflejar el rostro de la bar tender que parece huir a mi mirada, y la segunda cerveza es más fría por su indiferencia.
Sin embargo sigo viniendo. Algún día responderá a mi saludo con una honesta sonrisa y eso ya será un principio, mientras tanto bebo y espero al ritmo de Satchmo que canta:
Hello Dolly
this is Louis
Dolly
It´s so nice
to have you back
were you belong
Y me imagino que es la guapa de la barra la que siente gusto cada vez que atravieso la puerta de la entrada.

6 Propinas:

Blogger Lahetaira said...

Nadie sabe de qué sueños es motor... a veces dejamos de ser universos para ser sólo versos... ¿o acordes?

12:13 p.m.  
Blogger Chamirú said...

Necesito esa barra. Esa música. Esa posibilidad para el olvido. La carne hipnótica que me saque de estos recuerdos cíclicos, que es como rumiar mil veces la comida de hace un año, de hace dos, de toda la vida.

Un digestivo, eso necesito. Un digestivo para olvidar a F.

Jazz, drogas, alcohol. Nada está surtiendo el efecto debido. Y luego no hay nadie en esta ciudad. Todos se han largado.

Bah.

4:43 p.m.  
Blogger hortelano said...

Rápido!! Postea!!

Postear es casi como disimular.

Y vaya que me hace falta, más que tu presencia, tu disimulo.

Por cierto, clausuraron el T. Qué tristeza!

3:35 a.m.  
Blogger Lahetaira said...

¿Dónde andas Erektor? Se extrañan sus letras... Besos!

11:39 a.m.  
Blogger Hector said...

Cómo?! Cómo que me cerraron el T.?! Se ha muerto toda posibilidad mínima que existía de un reencuentro con Ana C.
El T. ha muerto, viva el Pata

2:36 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

sólo falta un camel y a Reinhardt en el fondo, o en primer plano...la noche perfecta para el suicidio de una botella

4:45 p.m.  

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