abril 01, 2005

¿Quien dijo yo?

Pero después de todo, no todo está perdido.
Las mujeres, aún las feministas, pueden alegrarnos el rato: Una mirada, una sonrisa, con suerte una leve insinuación y zaz! caemos como perros callejeros buscando hogar solo para después darnos cuenta que la vida en la calle no era tan mala.
Yo busco la compañia de las hembras pues huelen más bonito (casi todas) y son suaves al tacto (cuando se dejan tocar) .
Ojalá ellas procuraran más mi compañia.