Blues de la Azotea

Hace tanto que no subía a la azotea. Hace tanto que no miraba a la ciudad de noche mientras duerme tranquila como parece, al tiempo que los noctámbulos deambulamos por sus calles.

Hace tiempo no empuño una cerveza, la octava o novena, y me subo a pensar a esta tierra del recuerdo y la añoranza. El Mario y el Ledón. Que harán?

Pero si Arturo y su espada sobreviven, por que no la azotea de Ledón? El jardín de la paz? El Barco en Ajijic al ritmo del Chetos?

Los amigos en un viaje inesperado a Zacatecas? O el viaje planeado a Vallarta? O a Santa Maria del Oro a comer chicharrón de pescado?

O los amigos de la adolescencia que ahora te ilustran acerca de la vida de casados?

Que es esta azotea que navega sin encallar?

Mientras Juan Carlos se enamora de Oaxaca yo lucho por cobrar un cheque, Ana Claudia no more, y la realidad no se parece a la fantasia.

Mi ortografía apesta y mi prosa también.

Y sin embargo aqui estamos, tu y yo, y nadie más. Geminiano solitario que nunca te dejarás.