abril 28, 2006

Calor de Abril

Mi cerebro está entumido. Congelado en plena glaciación cerebral que detuvo todo pensamiento en el tiempo.
Estoy atrapado en una jaula ósea craneal temporal occipitofrontal
miro atraves de la rendija una sola imagen, o muchas de lo mismo y no motivan a nada
por lo menos no a nada bueno
o constructivo
Tengo tiempo de sobra que se escapa de mis manos como arena en un reloj.
Tengo manos desocupadas / sin talento / sin oficio
y de tanto que tengo
no tengo nada.
Tengo dias sin soñar
noches sin dormir
el descanso me atosiga en su sudor
Tomo agua en el desayuno
y me baño a medio dia
De mi cabeza sudan ganas
A la tarde sigue la noche
y con ella el viento se retira
y se lleva el tiempo
y todo parece detenerse
en el termómetro de los 42
La noche es una vieja arrugada
que no dice nada
tumbada en su mecedora
Es el surrealismo de una flama
que padece frio
que no alumbra
Es el hielo que no suda
ni se descongela
Es el frío que no se siente
el ruido que nunca se oyó...
La tormenta que a nadie mojó
(ni a un pez)
La tía que nunca te visitó
Son las horas detenidas en tu derriére
Es la comisura de tu entrepierna
El sudor de mi cuello en tus labios
labios de sal
Es detenerse en la página 63 del Kamasutra
porque oyes pasos cuando tienes 16
Es la muerte de un diente de león
tendido en el suelo
Es volver a misa tan sólo para dormirte
Es tu escote discreto que no deja ver nada
ni la imaginación se toma la molestia
- se fué de puente -

abril 18, 2006

Excusas

Llevo meses absorto en hojas de cálculo, en procesadores de palabras, pegado al teléfono haciendo citas, durmiendo en cuartos de hotel, pernoctando en ciudades que todavía no conozco.

Soy nuevo en un ambiente que desconozco, utilizando un lenguaje ajeno, tratando con gente que antes de este tiempo no trataría.

Perdonen si se me han olvidado las palabras (que nunca llegué a dominar), perdonen si he olvidado al pequeño humano que vagaba por los bares, sorbiendo pequeños tragos de vida mirandola reflejada detras mio en el espejo al otro lado de la barra, pero es que finanalmente, después de tanto mirarla a los ojos, me ha aceptado un trago, y me ha llevado a otros lugares, me ha hecho dar un paso a otro momento, a otra etapa...

Portafolio en mano y corbata floja al cuello ya tengo un trabajo y eso me hace valorar más todo el tiempo libre que ahora es menos (a ver si así ya me pongo a pintar un poco carajo!).

Gracias por seguir aquí.

Un abrazo.